Voy a hacer un inciso, un pequeño comentario: La diseñadora Sarah Burton con su toque inglés, ha provisto para la colección Otoño-invierno 2012-13 de Alexander Macqueen, un cargamento de maxi volantes que arquitéctonicamente puestos, generan un efecto visual impactante.
Muy de acuerdo estoy su paleta de luces de colores pasteles, un toque rojizo y también en otra gama de colores en un claroscuro que va desde el blanco más puro al negro, por su puesto con el excentricismo a flor de piel, sin embargo esto no deja de ser llamativo y una obra de arte del patronaje.
Muchas veces la moda no es ponible pero si es admirada cúal obra en museo, la pasarela es esa exposición abierta al público en la cuál los espectadores obervan atentamente ese arte en movimiento.
Es cierto que la estética llena de palidez da culto al siglo XVIII mezclado con aires tecnológicos, que para mi gusto no es acertado del todo, llega a ser más bien una distracción que va en contra posición al ameno juego de tejidos.
Aqui os dejo con una pequeña muestra de este arte.
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