¿Laguna o alguna?

otoño- invierno 2010-2011

vs

primavera -verano 2009-2010

Al escoger el tìtulo de este trozo de informaciòn, tuve que ser cuidadosa ya que para este tipo de cosas que a simple vista no se ven y para los enamorados de este diseñador venezolano, paisano, podrìa entenderse como mala fe la posibilidad de confusiòn con su apellido, ahora bien lo que quiero decir es que este tipo de cosas pasan... ahora... que pasen tambièn con sus colecciones, no se entiende y más siendo un maestro, que estudio en milàn y aprendió del mundo del sastre. Creciò bajo la influencia de sus padres, dueños de una firma infantil reconocida en venezuela.

Todo hubiera sido un espectàculo perfecto, lleno brillo: vestidos con lazos, pliegues, cinturas muy marcadas dando paso a una fémina perfecta, inspirada en el brillo de los años 50, dónde las actrices del glamour de hollywood dejaban ver su perfecta figura y curvada silueta.
Un aire de poder como marlene dietrich, labios de fuego y voluptuosa sinceridad, joyerìa exagerada, entre matices dorados de exagerado fulgor, tonos violàceos y patronaje de volùmenes controlados, zapatos imposibles ornamentados con cintas y plataforma, una línea que infunde romance,tejidos atercipelados, satinados, con pedrería iridiscente atada a los encajes de las faldas.

Modelos con peinado al màs elegante estilo mohawk, moño central en la cabeza.

Espaldas semicubiertas con monotirantes, sofisticado y hecho a la aventura del lujo, una puesta en escena dedicada a la gran vía, a su aniversario de sus 100años, la mùsica que envuelve no te deja ver ni percibir màs allà, jazz lleno de vitalidad y emoción, delicadeza cubierta de magia, sólo como hannibal puede hacerlo.

Ahora salgo del desfile, con ilusión de escribir mi crónica que se envuelve en crítica, tomo un par de fotos al muro de la revista ¨glamour¨ y me encuentro una imagen de la pasada colección, vestidos platinados, mismas modelos, mismo peinado, similar vestido, similar línea, se confunde ahora mi visión, me enredo en su apellido, me suenan a cosas conocidas, ya vistas, el desánimo aparece y queda al descubierto una sóla cosa, no ha cambiado tanto nada.